En la preparación de un arreglo para pulso y púa se imponen dos condiciones: sencillez y correcta armonización.
Los arreglos sencillos pueden ser interpretados por todos, y tres o cuatro voces sobran para estar perfectamente armonizados.
Si se dispone de una partitura (de piano, guión director de banda de música u orquesta) se trabaja con ella; pero no siempre se encuentra esta
facilidad de la melodía que se quiere adaptar. Se debe recurrir entonces a la grabación de la versión sonora elegida y, escuchándola, escribir
el arreglo definitivo.
No hace falta más que costumbre en distinguir las voces, y saber algo de música para escribirlas. De esta manera se han hecho la práctica totalidad
de los arreglos de esta página, y os aseguro que es un trabajo muy relajante.